El dolor del alma es muy fuerte comparado con el dolor físico.
El segundo lo puedes olvidar con el paso del tiempo pero un sufrimiento del alma tarda mucho en sanar porque siempre habrá episodios que te lo recuerden.
Perdonar y no guardar rencores ayuda a liberarse de las cadenas del sufrimiento.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.