Mientras para la mayoría de personas, felicidad es tener dinero, para otras, felicidad es la vida misma: tener un día más de vida.
La realidad es muy diferente a lo que nos imaginamos.
Qué fácil es desistir de la lucha cuando lo tenemos todo, pero aquellos que no tienen nada, desean seguir luchando para sobrevivir.
La felicidad es estar en paz con uno mismo e ir en sintonía de nuestros deseos, por medio del camino del amor y la fe.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.