El tiempo es solo una ilusión. Nunca es demasiado tarde o demasiado pronto para hacer algo.

Siempre estamos yendo al momento exacto. Todo está sucediendo ahora.

Por eso no hay ni mañana, ni pasado y por esta razón el sol vuelve a salir cada mañana: para recordarnos que cada día es un nuevo comienzo.

No importa qué hicimos ayer, tendremos que volver a empezar al amanecer.

Al mismo tiempo es una muestra de empezar a concentrarnos en el momento presente.

Toda nuestra energía debe estar enfocada ahí. Cada día es una oportunidad para acercarnos o alejarnos a nuestros sueños… El tiempo es relativo.

Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.

El Arte de Brillar
El Arte de Vivir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *