¿Te has puesto a pensar en que hay muchas personas brillantes a nuestro alrededor, pero que no se dan cuenta?
Así nos pasa frecuentemente, en nuestra mente tenemos el pensamiento de que sólo las personas famosas pueden destacar ante el resto o que, sólo ellas poseen algún don o talento escondido.
Lo cierto es que, todos absolutamente todos nacimos con herramientas muy valiosas de las cuales podemos hacer uso en cualquier momento.
El primer paso para usarlas es, conocerlas muy bien. ¿Alguna vez has visto a un carpintero que use sus herramientas sin saber para qué sirven? Adivino que nunca.
De la misma manera sucede con nuestras habilidades, están aun sin descubrirse en el interior de nosotros, pero no quiere decir que no existan. En cuanto empecemos a desear conocerlas, ellas irán apareciendo eventualmente.
Luego de conocerlas, necesitamos probarlas e irlas desarrollando. Apuesto a que la gente cercana a ti, ya lo ha notado. Seguramente te han dicho alguna vez: “tú eres muy bueno en esto”, pero pensaste que sólo era un halago.
Las personas que pasan más tiempo con nosotros también pueden ayudarnos a descubrir en qué somos hábiles.
Cuando decides ocupar estos regalos que están ahí por un objetivo -ser feliz y ayudar a otros-, tu vida empieza a cambiar, porque estarás puliendo el diamante que llevas adentro.
Cuando retires completamente el polvo, su brillo será muy difícil de ocultar. No sólo iluminarás tu vida, sino también la de los demás. Es importante descubrir nuestros talentos porque así conseguiremos la plenitud en esta tierra.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.