A veces nos preocupamos demasiado sobre nuestro futuro… Pensamos que tenemos que tener el control sobre las cosas y no nos damos cuenta que no somos los dueños del mundo ni mucho menos tenemos el poder para controlar lo que pasa en él.
El único con la capacidad y fuerza para hacerlo es Dios y así como a los pájaros, nunca nos va a quitar su protección. ¡Nuestra vida vale más!
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.