La vida no se trata de una competencia entre quien es mejor que quien. Si se tratara de eso, las oportunidades existirían sólo para las personas que se encuentran preparadas intelectualmente.
Por el contrario todo se trata de fe y de creer en uno mismo. Puedes ser el mejor y estar muy bien preparado, pero si no crees en ti mismo, tampoco lo harán los demás.
La realidad es que, aquello que deseas hacer pero no te atreves, está siendo realizado por otras personas menos preparadas que tú, la única diferencia es que ellos sí creen que pueden hacerlo.
Te sugiero leer: “Eres responsable de tu crecimiento, actúa”.
Si tarde o temprano vamos a dejar esta vida, por qué mostramos demasiada seriedad ante los problemas.
Si nos equivocamos, a diferencia de lo que pensamos siempre: que estamos perdiendo; en realidad estamos ganando experiencia y aprendizaje.
Esto último es algo muy valioso que la mayoría de las personas no están dispuestas a tener por querer siempre ganar.
Si te fijas en la gente a tu alrededor, todos tienen una historia que contar acerca de cómo se equivocaron y aprendieron de sus errores, y a cambio ganaron fortaleza.
Muchas de las veces deseamos tener todo como por arte de magia; si así fuera, el encanto se perdería inmediatamente porque no sentiríamos que estamos realizando esfuerzo alguno.
Más por el contrario cuando algo nos cuesta, lo valoramos a tal punto que siempre lo tenemos presente con el paso del tiempo.
Por ello, elimina las excusas de tu vida y comienza a realizar ya tus proyectos. No importa si los demás creen o no en ti. Si tú crees en ti, con eso basta.
Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.