El sexto sentido es una herramienta que todas las personas poseemos. Es sólo que, requiere ser desarrollada para poder hacer uso de ella. Como todas las cosas, es necesario tener práctica para descubrir su funcionamiento.

Al sexto sentido también se lo conoce como intuición y, contrario a lo que muchos creen, no sólo está presente en las mamás o personas espirituales. Todos la poseemos sino que, debido a que no la usamos, se ha ocultado dentro de nosotros y por eso no creemos que exista.

Así como los órganos que no se usan, se atrofian, necesitamos empezar a ponerla en acción para que vaya creciendo dentro de nosotros y sea parte de nuestra vida.

La intuición puede sacarnos de apuros ante situaciones confusas, peligros, dudas, situaciones de sufrimiento, entre otras. Por ejemplo, la intuición es aquella que se manifiesta cuando tienes una corazonada de que algo no anda bien acerca de la decisión que tomaste.

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Es aquella que te muestra una tercera perspectiva frente a las dos únicas perspectivas que mira la razón. Es esa que te advierte cuando te encuentras en situaciones de peligro. Es aquella que te concede ideas brillantes en momentos inesperados.

3 caminos que te ayudarán a despertar tu sexto sentido

Sabiendo la gran cantidad de beneficios que puedes obtener de ella, es momento de empezar a desarrollarla. Así que, a continuación te comparto tres caminos que te permitirán agudizar este sentido muy útil en nuestras vidas:

Primer camino: Reflexionar

El ajetreo de cada día hace que pasemos por alto muchas situaciones cotidianas de las que podríamos sacar grandes lecciones. El apuro en cada instante de nuestras vidas, hace que la intuición se bloquee y no la dejamos trabajar para beneficio de nosotros.

Todo el crédito se lo damos a la mente. Pero, si dejáramos de confiar por un solo momento en lo que dicen nuestros pensamientos y analizar las cosas desde el corazón, tendríamos más armonía y ratos de paz. Porque el corazón siempre buscará nuestro bienestar.

La reflexión es un camino que nos abre las puertas hacia un lugar más espiritual en donde las soluciones divinas ni siquiera se comparan con las nuestras. La reflexión hace que veamos las cosas de forma distinta. No desde el lugar del ego sino desde el aprendizaje.

¿Cuándo fue la última vez que reflexionaste sin que hubiera la necesidad de hacerlo? Porque la mayoría de las veces sólo reflexionamos cuando tenemos decisiones muy importantes que tomar.

Pero qué tal si empezaras a reflexionar cada día, no importa el tema. El objetivo de esto es que, vayas más allá de lo que ven tus ojos. Se trata de que, empieces a hacerte preguntas de calidad cada día y, a partir de ellas obtengas reflexiones valiosas.

Si vas caminando por la calle, una reflexión que te conduciría a la intuición es, mirar el ritmo afanado de las personas que van caminando a tu lado y compararlo con el tuyo.

¿Por qué todos corren, por qué todos van tan de prisa? El tiempo no se va a prolongar porque corran de un lado para el otro.

Se trata de disfrutar ese momento único e irrepetible. Este tipo de reflexiones hacen que detengas tu vida por un segundo para pensar en las cosas realmente importantes.   

Segundo camino: Meditar

La intuición es un sentido que para poder oírlo necesitamos hacer silencio. Sólo podremos escuchar esta voz sutil cuando estemos en calma y en armonía con nosotros mismos. Si tenemos mil y un pendientes encima, difícilmente ella se hará presente.

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Así que, un segundo recurso para acercarnos a ella es la meditación. La meditación puede sonar como una técnica bastante ritualista. Pero es todo lo contrario. Es una práctica que requiere de todos nuestros sentidos puestos en alerta.

Si por ejemplo estás conversando con alguien y, pones atención espontánea a la otra persona, sin tener pensamientos secundarios mas que, la misma conversación ¡ya estás meditando! Pues tu mente, tu boca, tus manos, todos ellos están enfocados en ese momento.

No sería extraño que si intentas relajarte al conversar con alguien, las ideas empiecen a llegar solas sin ningún tipo de esfuerzo, a diferencia de que si las forzaras. Este es un tipo de meditación que lo podemos aplicar en cualquier momento ante situaciones habituales.

3 caminos que te ayudarán a despertar tu sexto sentido

Existe también la meditación que es más común aplicar y se tata de concentrarse en la respiración. Cualquiera de ellas es muy útil para desarrollar la intuición.

La meditación ya sea desde respiraciones pausadas, hasta una relajación cotidiana haciendo las cosas de todos los días, hace un llamado a que la intuición se haga presente.

Al calmar el estado caótico de nuestra mente por medio de la meditación, nuestro sexto sentido empieza a manifestarse.

Tercer camino: Observar

Damos por sentado una gran cantidad de cosas que miramos a diario. Como ya sabemos que estarán ahí siempre, nunca les prestamos atención.

El tercer camino acerca de observar, requiere que vayamos más de allá de nuestro sentido físico de la vista. Se trata de que, contemplemos los detalles de cada cosa que pasa por nuestros ojos.

Cuando hacemos este ejercicio, nuestra mente se calma. Los problemas diarios se ven inferiores frente a nuestros ojos. La contemplación de las cosas a nuestro alrededor hace que apreciemos lo que es verdadero e importante en la vida.

Contemplar un paisaje colorido, despierta nuestros sentidos más profundos y sin duda la intuición también. La observación reconoce la belleza de lo que nos rodea.

Mientras que la mente, al quererlo cuestionar todo, arruina esta belleza.  Si en lugar de disfrutar de una mañana cálida, nos ponemos a pensar que lloverá más tarde, estamos destruyendo ese momento de armonía.

Se trata de perderse en esos instantes que nos ofrece la naturaleza sin preocupaciones del tiempo, de qué pasará más tarde o mañana. Nuestro sexto sentido se desarrolla ante este tipo de situaciones que decidimos aprovechar cada día.

La observación de calidad influye de manera muy poderosa en nosotros. En combinación con los dos caminos anteriores, estaremos cada vez más cerca de lograr un equilibrio espiritual para nuestro bienestar.

Te invito a poner en práctica las sugerencias anteriores para despertar tu sexto sentido. Cada camino es diferente, pero combinados forman uno solo bastante efectivo para desarrollar nuestra intuición. Aplícalos y descubrirás sus resultados de forma inmediata.   


Y recuerda, si deseas saber más, te sugiero leer mis libros, donde encontrarás más reflexiones para elevar tu aprendizaje espiritual.

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Imagen de portada de PIRO4D en Pixabay 

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